martes, 30 de junio de 2009

Conspiración Cósmica

A veces en contra de lo que creen algunos el universo conspira contra nosotros, demostrando que dios, el karma o el Monstruo de Espagueti tiene o tienen un sentido de humor muy negro y cabrón.

El "ji ji ja ja" de dios, no es ni mas ni menos que esos momentos que regala la vida, en los cuales tu existencia se vuelve un chiste cruel. Probablemente esto se convierta en una sección habitual, nos estrenaremos con la triste historia de la muerte de Farrah Fawcett (DEP) y el sufrimiento de Ryan O´Neal.

Ryan O'Neal fue conocido en sus inicios como actor entre otras cosas por ser coprotagonista de la película Love Story donde representaba a Oliver Barret un muchacho perdidamente enamorado de Jennifer Cavilleri también estupenda y loca de amor. Desgraciadamente ella morirá víctima de una terrible enfermedad, convirtiendo a Oliver en un tipo mucho mas jodido pero mejor persona bla bla bla, drama simplon y obvio desde el principio que sin embargo fue un taquillazo.

Pues bien aquí viene la conspiración cósmica, mas de 30 años después y tras tres divorcios, uno de ellos con Farrah con la cual mantuvo una relación intermitente durante los últimos 20 años, el actor y el personaje se convierten en la misma persona cuando a Farrah Fawcett le diagnostican cáncer y el roto de dolor se mantiene a su lado durante su lucha, llegando a pedirle que se vuelvan a casar, lo cual no llegaría a ocurrir por el fallecimiento de la actriz. Ryan O´neal ha sido Oliver barret para Farra y por lo menos al final supieron amarse. Como se suele decir la realidad muchas veces supera la ficción.

Realmente es una historia demoledora, lo siento por ellos. Ryan dijo una frase que no deja sonar en mi cabeza "porque tiene que pasarle esto a mi chica?".

La vida es algo inesperado.

Damián R. Fuentes 

sábado, 13 de junio de 2009

La casa de Asterión. J.L. Borges


Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad. Asimismo hallará una casa como no hay otra en la faz de la tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida.) Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, añadiré que ho hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el sol, pero el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se prosternaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban piedras. Alguno, cro, se ocultó bajo el mar. No en vano fue una reina mi madra; no puedo confundirme con el vulgo, aunque mi modestia lo quiera.

El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres; como el filósofo, pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura. Loas enojosas y triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande; jamás he retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo aprndiera a leer. A veces lo deploro, porque las noches y los días son largos.

Claro que no me faltan distacciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta rodar al suel, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos.) Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: Ahora volvemos a la encrucijada anterior o Ahora desembocamos en otro patio o Bien decía yo que te gustaría la canaleta o Ahora verás una cisterna que se llenó de arena o Ya verás cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos.

No sólo he imaginado eso juegos, también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce [son infinitos] los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes, la casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de piedra gris, he alcanzado la calle y he visto el templo de las Hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que una visión de la noche me reveló que también son catorce [son infinitos] los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado sol; abajo, Asterión. Quizá yo he creado las estrellas y el sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo.

Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensantgriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que alguna vez llegaría mi redentor, Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redeentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?

El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.
-¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.

sábado, 18 de abril de 2009

MAN ON WIRE.

Philippe Petit, es un de esos superhéroes de la bohemia que tiene el poder de estimular esa parte olvidada del corazón, admirable por regalar actos excéntricos, poéticos e irrepetibles, de una forma hermosa y con un fondo abierto a la interpretación, en mi opinión sencillamente hermoso.
Philippe Petit empieza a construir un sueño con acto puramente cotidiano un día al leer el periódico encuentra una noticia que va a cambiar su vida, van a construir las torres gemelas y justo en ese momento sabe que cruzara el cielo caminado entre ellas, si queréis ver como se cumple un sueño debéis ver MAN ON WIRE.

https://http://www.youtube.com/watch?v=nRA70qvgfIA&eurl=http%3A%2F%2Flagrimasdeandroide%2Eblogspot%2Ecom%2F2009%5F02%5F22%5Farchive%2Ehtml&feature=player_embedded

lunes, 13 de abril de 2009

El silencio de las sirenas

El silencio de las sirenas, Franz Kafka.



Existen métodos insuficientes, casi pueriles, que también pueden servir para la salvación. He aquí la prueba:

Para protegerse del canto de las sirenas, Ulises tapó sus oídos con cera y se hizo encadenar al mástil de la nave. Aunque todo el mundo sabía que este recurso era ineficaz, muchos navegantes podían haber hecho lo mismo, excepto aquellos que eran atraídos por las sirenas ya desde lejos. El canto de las sirenas lo traspasaba todo, la pasión de los seducidos habría hecho saltar prisiones más fuertes que mástiles y cadenas. Ulises no pensó en eso, si bien quizá alguna vez, algo había llegado a sus oídos. Se confió por completo en aquel puñado de cera y en el manojo de cadenas. Contento con sus pequeñas estratagemas, navegó en pos de las sirenas con alegría inocente.

Sin embargo, las sirenas poseen un arma mucho más terrible que el canto: su silencio. No sucedió en realidad, pero es probable que alguien se hubiera salvado alguna vez de sus cantos, aunque nunca de su silencio. Ningún sentimiento terreno puede equipararse a la vanidad de haberlas vencido mediante las propias fuerzas.

En efecto, las terribles seductoras no cantaron cuando pasó Ulises; tal vez porque creyeron que a aquel enemigo sólo podía herirlo el silencio, tal vez porque el espectáculo de felicidad en el rostro de Ulises, quien sólo pensaba en ceras y cadenas, les hizo olvidar toda canción.

Ulises (para expresarlo de alguna manera) no oyó el silencio. Estaba convencido de que ellas cantaban y que sólo él estaba a salvo. Fugazmente, vio primero las curvas de sus cuellos, la respiración profunda, los ojos llenos de lágrimas, los labios entreabiertos. Creía que todo era parte de la melodía que fluía sorda en torno de él. El espectáculo comenzó a desvanecerse pronto; las sirenas se esfumaron de su horizonte personal, y precisamente cuando se hallaba más próximo, ya no supo más acerca de ellas.

Y ellas, más hermosas que nunca, se estiraban, se contoneaban. Desplegaban sus húmedas cabelleras al viento, abrían sus garras acariciando la roca. Ya no pretendían seducir, tan sólo querían atrapar por un momento más el fulgor de los grandes ojos de Ulises.

Si las sirenas hubieran tenido conciencia, habrían desaparecido aquel día. Pero ellas permanecieron y Ulises escapó.

La tradición añade un comentario a la historia. Se dice que Ulises era tan astuto, tan ladino, que incluso los dioses del destino eran incapaces de penetrar en su fuero interno. Por más que esto sea inconcebible para la mente humana, tal vez Ulises supo del silencio de las sirenas y tan sólo representó tamaña farsa para ellas y para los dioses, en cierta manera a modo de escudo.

miércoles, 18 de febrero de 2009

La niña salvaje y el sapo mas abrazable del mundo


Tippi degre es una criaturita adorable, o mejor dicho lo era ahora tiene 18 años y aunque ahora vive en Paris y esto ya te hace molar un huevo pues oye seamos sinceros la muchacha ha perdido encanto (ahora se peina y lleva ropa, que decadente) pero vamos a lo que os quiero contar Tippi probablemente tuvo una de las mejores infancias que uno puede tener o por lo menos bajo mi punto de vista, es decir una niñez de jodida salvaje.
Sus señores padres se dedicaban a realizar reportajes fotográficos en África, y en un ataque de creatividad crearon un producto muy bien presentado “la niña de la selva”, la nena creció en Namibia y Madagascar, y básicamente la idea que vendían es la de una niña criada entre animales salvajes: un elefante, un leopardo, cocodrilos, leones cachorros, jirafas, y camaleones, sapos, tortugas, etc y para fliparlo aun mas entre tribus tipo Bosquimanos. Evidentemente todos domesticados -los bosquimanos también- pero la idea era hacer creer que esto era El libro de la selva, pues bien a mi me es bastante indiferente si era mas o menos real, a los padres les salio bien la jugada, la niña tiene dos libros sobre su niñez, y ha rodado 6 documentales para Discovery Channel -vamos que vive del cuento-, pero lo mas importante es que la niña seguro que se lo paso estupendamente mientras sus padres la vendían, me imagino a la cría haciendo el mono por ahí libremente sin darse cuenta de nada, con lo mejor de África y lo mejor de Europa, nada de hambre nada de enfermedades, y ella sin darse cuenta de su privilegio, sencillamente salvaje y feliz, realmente la envidio. Abrazando sapos y dango el coñazo a un moton de bichos, dios que suerte tienen algunos. Si algun dia aparezco muerto en africa que nos os engañen mori de felicidad abrazado a una tortuga.

martes, 27 de enero de 2009

Comieron perdices...

El Club Dumas. Arturo Pérez-Reverte

Finales felices. Corso puso un dedo sobre el mando a distancia y la imagen desapareció en la pantalla. Ahora él estaba en París y Nikon fotografiaba niños de ojos tristes en algún lugar de África, o de los Balcanes. Una vez, tomando una copa en un bar, creyó entreverla en la imagen confusa de un telediario: de pie en mitad de un bombardeo entre refugiados que corrían despavoridos, con el pelo recogido en una trenza, las cámaras colgando y un 35 mm pegado a la cara, su silueta recortada sobre un fondo de humo y llamas. Nikon. Entre las falacias universales que ella siempre asumió sin cuestionar su fundamento, la de los finales felices era la más absurda. Comieron perdices y siempre se amaron, y parecía que el resultado de la ecuación fuese indiscutible, definitivo. Nada de preguntas sobre cuánto dura el amor, la felicidad, en un siempre fraccionable en vidas, años, meses. Incluso días. Hasta el final inevitable, el de ellos dos, Nikon se negó a aceptar que tal vez el héroe se hundió con su barco dos semanas después, al chocar con un escollo en las Hébridas del Sur. O que la heroína fue atropellada por un automóvil tres meses más tarde. O que todo ocurrió quizás de otro modo, de mil formas distintas: alguien tuvo el primer amante, alguien sintió rencor o hastío, alguien deseó volver atrás. ¿Cuántas noches de lágrimas, de silencios, de soledad, se sucedieron tras aquel beso? ¿Qué cáncer lo mató a él antes de cumplir cuarenta? ¿De qué vivió ella antes de morir en un asilo a los noventa? ¿En qué despojo ruin se convirtió el apuesto oficial, con las heridas gloriosas convertidas en horribles cicatrices y sus batallas olvidadas que ya no interesaban a nadie? ¿Qué dramas vivieron ya ancianos, indefensos, sin fuerzas para pelear o defenderse, traídos de acá para allá por el vendaval del mundo, la estupidez, la crueldad, la miserable condición humana?

martes, 20 de enero de 2009

Picasso, sus mujeres y Paris



Hay dos cosas que me fascinan en la vida una es Paris y la otra es la vida de Pablo Picasso, me gusta su vida mas que su obra, aunque parte de ella me parece fascinante, si como a mi os interesa su historia os recomiendo una película –Sobrevivir a Picasso- quiza mejor por su contenido que por sus actuaciones, la película muestra la relación de Françoise Gilot con Pablo Picasso, durante la cual ella soportara las infidelidades y rarezas de pintor.
Para volverse loco de placer podéis leer “Picasso y las mujeres” de Paula Izquierdo, donde no solo disfrutareis de su vida sino tambien de sus amores en Paris, sencillamente irresistible. Por ahí encontré una texto donde hablan de las mujeres de la vida de Picasso, no recuerdo el nombre pero os dejo partes del articulo.

FERNANDE OLIVIER
En los ambientes bohemios de París, Picasso conoce a esta bella mujer de rostro ovalado y ojos verdes. Es su primer gran amor y la paleta del artista pasa de los tonos azules y verdes al rosa. Pero, con los años, Fernande, escritora aguda y mujer refinada, empieza a cansarse de los celos obsesivos del artista. Ya a finales de 1906, Picasso borra cualquier rastro de belleza de Fernande: la retrata como un personaje sin
rastro de feminidad.

EVA GOUEL
El genio se enamora perdidamente de esta delicada y menuda joven. Nada más separarse de su anterior esposa, Fernande, abandona el cubismo analítico y comienza la etapa del cubismo sintético, por lo que apenas hay retratos de Eva. Picasso y su nueva mujer se van a vivir al barrio de Montparnasse, y pasan temporadas en Céret, la meca del cubismo, y en Avignon. Pronto, sin embargo, Eva enferma y fallece.

OLGA KOKHLOVA
En 1917, durante un viaje a Italia, Picasso conoce a la bailarina rusa Olga Kokhlova, que abandona su compañía de danza para casarse con él. Olga significó un cambio radical en la vida de Picasso: se instalaron en la elegante calle parisina de la Boétie y comenzaron a llevar una vida burguesa y acomodada. En esta época, el artista se ha alejado ya del cubismo para emprender lo que los críticos denominan «el retorno al clasicismo».

MARIE THÉRÈSE WALTER
Es la mayor pasión sexual de la vida del artista. La conoce cuando ella tiene solo diecisiete años y, aunque Picasso la abandona por Dora Maar, es una de las pocas mujeres que mantiene contacto con él durante toda la vida. De hecho, se siguen viendo durante los treinta años que pasan desde la ruptura de la pareja hasta la muerte del genio, tras la cual Marie Thérèse cae en una terrible depresión. Una curiosidad: ella es la única persona a la que Picasso permite cortarle el pelo y las uñas.

DORA MAAR
Es una mujer inteligente y una brillante fotógrafa. A pesar de que ha quedado de ella la imagen de una mujer trastornada por el abandono de Picasso, debemos recordar a la Dora Maar revolucionaria, integrante del grupo Contre-Attaque, que acerca a Picasso al Partido Comunista y, también, la imagen elegante y misteriosa que de ella han dejado algunas fotografías realizadas por Man Ray, Lee Miller y Brassaï durante los años treinta y cuarenta. En su compañía, Picasso pinta el Guernica mientras Dora fotografía, una por una, las fases de creación del cuadro (en el que ella aparece como la mujer llorando que sujeta la lámpara). FRANÇOISE GILOT En mayo de 1943, Picasso conoce a la joven pintora Françoise Gilot, quien, a finales de año, comienza a aparecer
en algunos retratos. Es 20 años más joven que Dora y 40 más joven que Picasso. Durante los años de convivencia (1943-1952) nacen dos hijos, Claude (1947) y Paloma (1949). Tampoco para Françoise, una mujer inteligente que quiere conservar su independencia, es fácil vivir con el genio, y se aleja de él en 1953. Picasso nunca aceptó este abandono.

JACQUELINE ROQUE
En 1953, Picasso conoce a Jacqueline. Él ha cumplido los 72 años y ella tiene solo 27. Jacqueline ofrece aPicasso lo que necesita: una joven musa (en 1967 la retrata 167 veces) que vive exclusivamente pendiente de él. Viven juntos durante 20 años, sin duda, gracias al carácter sumiso de Jacqueline. Para ella, Picasso lo es todo y la muerte del artista en 1973 es una tragedia de la que ya nunca se recupera. Trece años después de la muerte de Picasso, pone fin a su vida en su residencia de Mougins.

domingo, 18 de enero de 2009

Monsieur Chat


Monsieur Chat no es ni más ni menos que el dibujo de un gato con una gran sonrisa. No tengo muy claro su historia, no se si es una manifestación artística o terrorismo callejero pero bueno si vas a París lo encontraras en sus calles y por lo menos a mi me gusta. Dejo unas fotos del señor don gato en la Fuente St. Michel otro lugar realmente precioso, una fuente dedicada a los soldados franceses y con una bonita historia sobre Saint Michel que contare en otro momento.

Ahora un poquito de zoom!





domingo, 11 de enero de 2009

Maravilloso Paris

Vuelvo a mi tema favorito voy a empezar a colgar recomendaciones y curiosidades. Hay varias cosas maravillosas en Paris que deben ser visitadas, algunas de ellas son imprescindibles: Paseos por el Sena (no uses esos barcos tan horteras por dios, de hecho jamás uses transporte publico si puedes usar tus jodidas piernas), Panteón, Saint Sulpice (mi barrio), St Michel, Notre Damme, cualquiera de sus parques, por supuesto la Torre Eiffel (donde 45.00 personas se piden matrimonio, 30.000 se piden el divorcio todos los años, y solo 27 a lo largo de la historia han tenido el buen gusto de suicidarse desde alli) tambien el barrio de Montmartre, Moulin Rouge, Sacre coeur, la casa de Paul, Museo d´Orsay, el mercado de Clignancourt, las Galerías Lafayette, sus vagabundos, los/las transexuales del bosque de la Boulogne…y mi parada favorita de metro con su estupendo barrio barbes-rochechouart.




Hay muchas mas cosas que iré comentando, y otras que podéis prescindir de visitar por sobrevaloradas por ejemplo el Louvre (estupendo por fuera pero por dentro nada que envidiar al Prado) o el jodido Museo de Picaso (un horror que yo pretendía visitar empapado en setas alucinógenas, un horror que finalmente visite sin ir drogado y me arrepentiré siempre, bendito Picaso perdónales por no darte el museo que mereces) en fin ya seguiré recomendando cosas en otro momento.



PD. Recordad que os cambiaria a todos por un perro.