miércoles, 30 de marzo de 2016

Elvira Sastre. Una flor ...



Yo era una tarde de invierno,
nostalgia y ceniza en la cama;
los restos de un incendio provocado;
las ruinas que quedan
cuando un castillo es asaltado sin piedad;
un poema cansado
en forma de papel arrugado
en la papelera de cualquier oficina gris.

Tú eras un paseo por el campo,
un día de marzo,
el olor a caricia
sobre la hierba recién cortada;
el abrazo de bienvenida
en la terminal vacía de un aeropuerto;
eras la hora del recreo,
la tarde del viernes,
las vueltas a casa después del trabajo;
también eras los sábados por la noche,
el gol por la escuadra en el último minuto,
el polvo de reconciliación
de todas esas discusiones
que en el fondo solo son excusas
para encontrar nuevas formas de quererse.


Esas eran nuestras credenciales

mucho antes de presentarnos.

Entonces,
un día de otoño,
sin cartas y sin manga cautelosa,
te acercaste a mí con esa ternura
que sólo tienen las personas que saben amar.
Me lamiste la tristeza
y nevaste sobre mi espalda tiroteada;
cosiste con la paciencia
de quien cree lo que espera
las costuras rotas de mi pelo,
llenaste mi almohada de buenas noches
-y mejores sueños-
al descansar tu cabeza sobre ella.
Empecé a acompasar mi respiración
a tus latidos,
y la música
la música empezó a tener sentido.

Un tiempo después,
una mañana de esas en las que el Polo Norte
se concentra en toda la ciudad,
te observé descansar agotada y en paz
sobre mi cama
mientras escuchaba llover a través de la ventana.
Y, de repente, perdí el frío.
Fue así, mirarte fue el deshielo.
Te contemplé
y vi cómo se reconstruía la primavera en mi vida.
Las cuatro paredes de mi habitación
se abarrotaron de esas margaritas que sólo saben decir que sí.
Te despertaste
y se me llenaron los ojos de pétalos.

Me miraste y te pregunté:
¿Qué has visto tú en mí?

Entonces,
con una media sonrisa, contestaste:
Una flor en medio de un campo en ruinas.

lunes, 28 de marzo de 2016

Oscar Wilde

“Cuando quiero a alguien muchísimo, no digo nunca su nombre a nadie. Es como renunciar a una parte de él. He aprendido a amar en secreto”

jueves, 17 de marzo de 2016

Charles Bukowski

Si nunca te vuelvo a ver

siempre te llevaré conmigo;

adentro,

afuera,

en mis dedos,

y en los bordes del cerebro

y en centros

de centros

de lo que soy y de lo que queda.

miércoles, 16 de marzo de 2016

Alejandra Pizarnik


“Esta espera inenarrable, esta tensión de todo el ser, este viejo hábito de esperar a quien sé que no va a venir. De esto moriré, de espera oxidada, de polvo aguardador.”


lunes, 14 de marzo de 2016

Eduardo Galeano. El libro de los abrazos

“Me di vuelta y me alejé, caminando despacito. Y así anduve un tiempo, doliendo olvidos, buscando lugares y personas que no encontré, o no supe encontrar”

miércoles, 9 de marzo de 2016

Julio Cortázar. 62 modelo para armar

“-Sí, pero tú eres otra cosa, una especie de refugio o de cajita con vendas para primeros auxilios, si me permites el símil, y de pronto estás tan cerca, has andado en la ciudad al mismo tiempo que yo, y aunque parezca absurdo eso te distancia, te vuelve parte activa, estás del lado de la lastimadura, no del vendaje.”

lunes, 7 de marzo de 2016

Gustavo Adolfo Bécquer


“Cuando el tiempo pase y tu me olvides, silencioso vivirás en mí; porque en la penumbra de mis pensamientos, todos los recuerdos me hablarán de tí.”


viernes, 4 de marzo de 2016

De ratones y hombres. John steinbeck (10mo libro)




Borges

Por recomendación de Gloria en un comentario:

"Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua."

Las penas del joven Werther. Johann Wolfgang von Goethe.

“Anoche…, temo decirlo…, la tenía entre mis brazos, fuertemente estrechada contra mi corazón… Sus labios balbuceaban palabras de cariño, interrumpidas por un millón de besos, y mis ojos se embriagaban con la dicha que rebosaba de los suyos. ¿Soy culpable, Dios mío, por acordarme de tanta felicidad y porque deseo soñar otra vez lo mismo?”


miércoles, 2 de marzo de 2016

Jorge Luis Borges


“He buscado a lo largo de los años el sabor de esa noche; alguna vez creí recuperarla en la música, en el amor, en la incierta memoria, pero no ha vuelto”