sábado, 31 de diciembre de 2016

Charles Bukowski

Vaya un trago por tus huesos
con los que este viejo perro
sueña todavía.

Poco sabe. Juan Gelman



Yo no sabía que

no tenerte podía ser dulce como

nombrarte para que vengas aunque

no vengas y no haya sino


tu ausencia tan

dura como el golpe que

me di en la cara pensando en vos.

Rostro de vos. Mario Benedetti


Tengo una soledad

tan concurrida

tan llena de nostalgias

y de rostros de vos

de adioses hace tiempo

y besos bienvenidos

de primeras de cambio

y de último vagón

tengo una soledad

tan concurrida

que puedo organizarla

como una procesión

por colores

tamaños

y promesas

por época

por tacto y por sabor

sin un temblor de más

me abrazo a tus ausencias

que asisten y me asisten

con mi rostro de vos

estoy lleno de sombras

de noches y deseos

de risas y de alguna

maldición

mis huéspedes concurren

concurren como sueños

Galeano

Como ves, soy jodido para querer. La mayor parte del tiempo, me basta con hacerlo. Sé que no es suficiente. 
Somos muchos los que andamos con el cariño estropeado, pero hay que tener valor para sacarlo de adentro con estropeaduras y todo. 
Me parece ahora que es algo que hay que aprender, como tantas cosas en la vida. Nos moriremos aprendiendo, si queremos vivir distraídos del morir.

IF . Kipling

If you can keep your head when all about you
Are losing theirs and blaming it on you;
If you can trust yourself when all men doubt you,
But make allowance for their doubting too;
If you can wait and not be tired by waiting,
Or, being lied about, don't deal in lies,
Or, being hated, don't give way to hating,
And yet don't look too good, nor talk too wise;

If you can dream—and not make dreams your master;
If you can think—and not make thoughts your aim;
If you can meet with triumph and disaster
And treat those two imposters just the same;
If you can bear to hear the truth you've spoken
Twisted by knaves to make a trap for fools,
Or watch the things you gave your life to broken,
And stoop and build 'em up with wornout tools;

If you can make one heap of all your winnings
And risk it on one turn of pitch-and-toss,
And lose, and start again at your beginnings
And never breathe a word about your loss;
If you can force your heart and nerve and sinew
To serve your turn long after they are gone,
And so hold on when there is nothing in you
Except the Will which says to them: "Hold on";

If you can talk with crowds and keep your virtue,
Or walk with kings—nor lose the common touch;
If neither foes nor loving friends can hurt you;
If all men count with you, but none too much;
If you can fill the unforgiving minute
With sixty seconds' worth of distance run
Yours is the Earth and everything that's in it,
And—which is more—you'll be a Man my son!

viernes, 30 de diciembre de 2016

El libro de los abrazos. Eduardo Galeano: Las flores

El escritor brasileño Nelson Rodrigues estaba condenado a la soledad. Tenía cara de sapo y lengua de serpiente, y a su prestigio de feo y fama de venenoso sumaba la notoriedad de su contagiosa mala suerte: la gente de su alrededor moría por bala, miseria o desdicha fatal.
Un día, Nelson conoció a Eleonora. Ese día, el día del descubrimiento, cuando por primera vez vio a esa mujer, una violenta alegría lo atropelló y lo dejó bobo. Entonces quiso decir alguna de sus frases brillantes, pero se le aflojaron las piernas y se le enredó la lengua y no pudo más que tartamudear ruiditos.

La bombardeó con flores. Le enviaba flores a su apartamento, en lo más alto de un alto edificio de Río de Janeiro. Cada día le enviaba un gran ramo de flores, flores siempre diferentes, sin repetir jamás los colores ni los aromas, y abajo esperaba: desde abajo veía el balcón de Eleonora, y desde el balcón ella arrojaba las flores a la calle, cada día, y los automóviles las aplastaban.
Y así fue durante cincuenta días. Hasta que un día, un mediodía, las flores que Nelson envió no cayeron a la calle y no fueron pisoteadas por los automóviles.
Ese mediodía, él subió hasta el piso último, tocó el timbre y la puerta se abrió.

viernes, 16 de diciembre de 2016

José Ángel Valente. No amanece el cantor.

Lentas siguen las lunas a las lunas, como cede a la luz la luz, los días a los días, el párpado tenaz al mismo sueño. Vivir es fácil. Arduo sobrevivir a lo vivido.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Borges. El Aleph

Pensé: Me satisface la derrota, porque secretamente me sé culpable y sólo puede redimirme el castigo. Pensé: Me satisface la derrota, porque es un fin y yo estoy muy cansado. Pensé: Me satisface la derrota, porque ha ocurrido, porque está innumerablemente unida a todos los hechos que son, que fueron, que serán, porque censurar o deplorar un solo hecho real es blasfemar del universo.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Julio Cortázar

Se puede matar todo menos la nostalgia…La llevamos en el color de los ojos, en cada amor, en todo lo que profundamente atormenta y desata y engaña


domingo, 11 de diciembre de 2016

Noches blancas. Fedor Dostoiewski.

Bueno finalmente he terminado mi pequeño reto de lectura, 52 libros en un año, se que es ridículo e infantil, pero bueno que le voy a hacer si me gustan estas cosas.

He terminado el reto con Noche blancas de Fedor Dostoiewski, mi librero favorito, me dijo que el relee ese libro todas las navidades y pensé que podía ser un buen final para los famosos 52 libros, y no me ha decepcionado. Muy recomendable

viernes, 9 de diciembre de 2016

Ólafur Arnalds

Hoy que un día gris de esos que me ponen nostálgico, voy a compartir contigo un flechazo que hacia años no tenia, adoro a este músico: Ólafur Arnalds.

Desde Queen, y eso es mucho decir, no me habia sentido así.

Dejo el enlace a su disco Living Room Songs, es triste, aviso!

Me gusta mucho Tomorrow's Song

MUERTE EN EL OLVIDO. ÁNGEL GONZÁLEZ

Yo sé que existo 
porque tu me imaginas.
Soy alto porque tú me crees 
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie 
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
oscuro, torpe, malo 
el que la habita.



martes, 6 de diciembre de 2016

El embargo, José María Gabriel y Galán

Debo estar haciéndome viejo, últimamente tengo morriña de la tierra de mis padres, serán cosas de la edad...En fin os dejo un poema precioso:

Señol jues, pasi usté más alanti

y que entrin tos esos,

no le dé a usté ansia

no le dé a usté mieo…

Si venís antiayel a afligila 

sos tumbo a la puerta. ¡Pero ya s’ha muerto!

¡Embargal, embargal los avíos,

que aquí no hay dinero: 

lo he gastao en comías pa ella 

y en boticas que no le sirvieron; 

y eso que me quea, 

porque no me dio tiempo a vendello,

ya me está sobrando, 

ya me está gediendo!

Embargal esi sacho de pico, 

y esas jocis clavás en el techo, 

y esa segureja 

y ese cacho e liendro…

¡Jerramientas, que no quedi una! 

¿Ya pa qué las quiero? 

Si tuviá que ganalo pa ella, 

¡cualisquiá me quitaba a mí eso! 

Pero ya no quio vel esi sacho, 

ni esas jocis clavás en el techo,

ni esa segureja

ni ese cacho e liendro…

¡Pero a vel, señol jues: cuidaíto

si alguno de ésos 

es osao de tocali a esa cama

ondi ella s’ha muerto: 

la camita ondi yo la he querío 

cuando dambos estábamos güenos; 

la camita ondi yo la he cuidiau, 

la camita ondi estuvo su cuerpo

cuatro mesis vivo 

y una nochi muerto!

¡Señol jues: que nenguno sea osao 

de tocali a esa cama ni un pelo,

porque aquí lo jinco

delanti usté mesmo!

Lleváisoslo todu, 

todu, menus eso, 

que esas mantas tienin 

suol de su cuerpo… 

¡y me güelin, me güelin a ella

ca ves que las güelo!…