miércoles, 30 de septiembre de 2015

Charles Bukowski


La gente está exhausta, infeliz y frustrada. la gente es
amarga y vengativa, la gente está engañada y temerosa,
la gente es iracunda y mediocre
y yo conduzco entre ellos en la autopista y ellos
proyectan lo que les han dejado de sí mismos
en su manera de conducir
algunos más odiosos, algunos más disimulados
que otros
a algunos no les gusta que los pasen, e intentan
evitar que otros lo hagan
-algunos intentan bloquear los cambios de carril
-algunos odian los coches más nuevos, más caros
-otros en esos coches odian los coches más viejos.
la autopista es un circo de emociones
pequeñas y baratas, es
la humanidad en movimiento, la mayoría
viniendo de un lugar que odia
y yendo a otro lugar que odia todavía más.
las autopistas nos enseñan en qué
nos hemos convertido y
muchos de los choques y muertes son la colisión
entre seres incompletos, entre vidas penosas
y dementes.
cuando conduzco por las autopistas veo el alma de
mi ciudad y es fea, fea, fea: los vivos han
estrangulado
su corazón.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Charles Bukowski

No es frecuente verlos
porque donde hay multitud
ellos
no están.

Esos tipos raros no son
muchos,
pero de ellos
provienen
los pocos
cuadros buenos
las pocas
buenas sinfonías
los pocos
buenos libros
y otras
obras.

Y de los
mejores de los
extraños
quizás
nada.

Ellos son
sus propias
pinturas
sus propios
libros
su propia
música
su propia
obra.

A veces me parece
verlos
por ejemplo
cierto viejo
sentado en cierto
banco
de una cierta
manera
o
un rostro fugaz
en un automóvil
que pasa
en dirección
contraria
o
hay un cierto movimiento
en las manos
de un chico o una chica
que empaqueta
las cosas
en el supermercado.

A veces
incluso es alguien
con quien estuviste
viviendo
algún tiempo,
te vas a dar cuenta
de una mirada rápida
y luminosa
que nunca
le habías visto
antes.

A veces
sólo notarás
su
existencia
repentinamente
en un
vívido
recuerdo.

Algunos meses
algunos años
después de que se hayan
ido.

Recuerdo
a uno:
Tenía unos
20 años
iba borracho a
las 10 de la mañana
se miraba en un
espejo
resquebrajado
de Nueva Orleans,
un rostro soñador
contra los
muros
del mundo

¿Qué
ha sido
de mí?

viernes, 18 de septiembre de 2015

Pictures Of You. The cure


I've been looking so long at these pictures of you
That I almost believe that they're real
I've been living so long with my pictures of you
That I almost believe that the pictures are
All I can feel

Remembering
You standing quiet in the rain
As I ran to your heart to be near
And we kissed as the sky fell in
Holding you close
How I always held close in your fear
Remembering
You running soft through the night
You were bigger and brighter and whiter than snow
And screamed at the make-believe
Screamed at the sky
And you finally found all your courage
To let it all go

Remembering
You fallen into my arms
Crying for the death of your heart
You were stone white
So delicate
Lost in the cold
You were always so lost in the dark
Remembering
You how you used to be
Slow drowned

You were angels
So much more than everything
Hold for the last time then slip away quietly
Open my eyes
But I never see anything

If only I'd thought of the right words
I could have held on to your heart
If only I'd thought of the right words
I wouldn't be breaking apart
All my pictures of you

Looking so long at these pictures of you
But I never hold on to your heart
Looking so long for the words to be true
But always just breaking apart
My pictures of you

There was nothing in the world
That I ever wanted more
Than to feel you deep in my heart
There was nothing in the world
That I ever wanted more
Than to never feel the breaking apart
All my pictures of you


martes, 8 de septiembre de 2015

Ann Druyan sobre Carl Sagan


"Cuando mi esposo murió, porque era muy famoso por no ser creyente, muchas personas se me acercaban – todavía me sucede algunas veces – y me preguntaban si Carl había cambiado al final y se había convertido a la creencia en una vida después de la muerte. También me preguntan frecuentemente si creo que lo volveré a ver. Carl enfrentó su muerte con infatigable valentía y nunca buscó refugio en ilusiones. La tragedia era que ambos sabíamos que nunca nos volveríamos a ver. Nunca he esperado volver a reunirme con Carl. Pero, lo más grandioso es que cuando estuvimos juntos, por casi veinte años, vivimos con una vívida apreciación de cuán corta y cuán preciosa es la vida. Nunca trivializamos el significado de la muerte fingiendo que era alguna otra cosa diferente a un último adiós. Cada momento que estuvimos vivos y que estuvimos juntos fue milagroso – pero no en el sentido de haber sido inexplicable o sobrenatural. Sabíamos que habíamos sido beneficiarios del azar…Que el puro azar haya sido tan generoso y tan amable…Que nos pudimos encontrar, como Carl escribió de forma tan hermosa en Cosmos, sabes, en la vastedad del espacio y en la inmensidad del tiempo…Que hayamos podido estar juntos por veinte años. Eso es algo que me sostiene y que es mucho más significativo…La forma en la que me trató y la forma en la que yo lo traté a él, la forma en la que nos cuidábamos el uno al otro y cuidábamos a nuestra familia, mientras vivió. Eso es mucho más importante que la idea de que lo volveré a ver algún día. Creo que no volveré a ver a Carl nunca más. Pero lo ví. Nos vimos el uno al otro. Nos encontramos el uno al otro en el cosmos, y eso fue maravilloso."

lunes, 7 de septiembre de 2015

Julio Cortázar


No me dejes solo frente a ti,
no me libres a la desnuda noche,
a la luna filosa de las encrucijadas,
a no ser más que estos labios que te beben.
Quiero ir a ti desde ti misma
con ese movimiento que fustiga tu cuerpo,
lo tiende bajo el viento como un velamen negro.
Quiero llegar a ti desde ti misma,
mirándote desde tus ojos,
besándote con esa boca que me besa.
No puede ser que seamos dos, no puede ser
que seamos
dos.
 

jueves, 3 de septiembre de 2015

Hernán Casciari. Un perro roto

Un perro puede estar rengo, ronco, ciego, hambriento, descaderado, sordo, encandilado, roto, puede sacar la lengua porque está cansado e inventarse otra para lamerse; puede ser un hotel lleno de parásitos, puede llorar, aullar, desconsolarse, saberse animal y doméstico, puede no tener dios a su perruna imagen y semejanza, ni virgen maría; ni saber la hora, ni saber el año, ni saber si el frío está afuera o en sus huesos, ni saber si aquello que lo pateó es el diablo; puede entender catorce palabras de hombre, y entender que un año para él son siete años y que la muerte llega así más pronto; un perro puede estar mal, horriblemente mal, a punto de morirse, pero igual -si lo llamás con ganas- agarra y viene y te arma fiesta y te mueve la cola y se te queda al lado, por las dudas de que vos estés más triste.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

La noche. Alejandra Pizarnik


Poco sé de la noche

pero la noche parece saber de mí,
y más aún, me asiste como si me quisiera,
me cubre la existencia con sus estrellas.

Tal vez la noche sea la vida y el sol la muerte.

Tal vez la noche es nada

y las conjeturas sobre ella nada
y los seres que la viven nada. Tal vez las palabras sean lo único que existe
en el enorme vacío de los siglos
que nos arañan el alma con sus recuerdos.

Pero la noche ha de conocer la miseria
que bebe de nuestra sangre y de nuestras ideas.
Ella debe arrojar odio a nuestras miradas
sabiéndolas llenas de intereses, de desencuentros.

Pero sucede que oigo a la noche llorar en mis huesos.
Su lágrima inmensa delira
y grita que algo se fue para siempre.

Alguna vez volveremos a ser.