domingo, 25 de diciembre de 2011

Nidos Azules


El pájaro llamado tilonorrinco satinado es mi obsesión de la semana. Básicamente su cortejo me ha dado mucho que pensar. Para conseguir hembras hace un pisito de soltero a base de objetos azules. Desconozco el fondo biológico de esta costumbre, seguro que tiene algún tipo de lógica, pero a priori se me presenta como bastante aleatorio y en el fondo muy humano. Pocos animalitos se emparejan en base a cosas que realmente no significan nada. Mi buen padre decía: “todo lo que puede hacer un hombre lo puede hacer otro” y yo me permito añadir: Todo lo que hace un pájaro puede hacerlo un hombre, incluido volar, pero esa es otra historia. El caso es que llevo varios días preguntándome qué cosas de color azul tengo en mi vida, preguntándome si los pájaros, como los seres humanos, son capaces de entregarse sin sentido.

Pongámonos en situación: Uno va paseando alegremente por su propia vida y de pronto un nidito de amor lleno de cosas azules se presenta ante nosotros, ¿quién podría resistirse? Un desconocido y ¡oh dios! posee cosas azules. Me diréis que los pájaros no buscan el amor y yo os responderé que eso sólo hace más culpables a los humanos. Que quede claro que esto no es una cuestión de género, hablamos de materialismo, nada nuevo.

Propongo una lista de cosas de color azul: coches, símbolo de poder; anillos de boda que en general no suelen ser del gusto de la pajarita de turno y, en muchos casos les quedan literal y metafóricamente grandes (No me digáis que no es como anillar a un palomo para que todo el mundo sepa que esa ave en concreto es tuya) el puto dinero, conversaciones vacías, posición social, y pose, pura pose. Podríamos seguir y seguir en un largo etc.

Pues bien, me parecen cosas irrelevantes en tanto que a efectos no sirven para conocer a la otra persona, y cuando llegue el invierno, el frio y el tedio nos quitaran la venda de los ojos y veremos ante nosotros trozos de plástico, tapas de bolígrafo, botellas, y demás basura. Pero eso sí, de color azul. Y una voz interior nos dirá: Ésto no ha merecido la pena. Veremos cómo el señor don Pájaro es prácticamente una incógnita, y su coche que significaba libertad ahora significa trampa, una alianza tendrá poco que ver con esa palabra, el dinero no evitara que la soledad llame a tu puerta, las conversaciones sin sentido cada vez pesaran más, posición social y pose con el tiempo te mostraran cómo tu pareja es una persona contigo, otra con sus amigos, otra con su familia y, desde luego, otra con su amante, aquella pajarita corista a la que nunca abandono y a la que siempre fue fiel, y nos daremos cuenta de cómo esa capacidad para plegarse a los demás solo habla de mentira, irrealidad, y vacío sentimental.

Así que básicamente tendremos un exclusivo nido azul que para nada será exclusivo, y nos sentiremos solos, terriblemente solos. Nuestros hijos nos habrán abandonado, el señor don pájaro y la señora doña pájara se odiaran en silencio con tal de aplacar el voraz vacío interior que sienten y que tienen bien merecido, convivirán por el mero hecho de cumplir las pautas A B C, siempre que entre las mismas no se encuentre la palabra amor (unos ofrecen romanticismo y otros fría estabilidad). Volveremos cada noche a nuestro nido, y contendremos una arcada para poder dormir con un desconocido. Y todo por nuestro gusto por las cosas azules.

Damián R. Fuentes

1 comentario:

c r o n o j o dijo...

muchas gracias por la información sobre el nombre del pájaro, lo andaba buscando y nada encontraba.
los azules y los verdes son los colores.