viernes, 26 de octubre de 2012

El amor en los tiempos del cólera.

Fue al año del enamoramiento encarnizado.Comprendió, entonces, que su vida estaba amenazada por aquel incendio de amor.
En realidad, sólo eran cartas de distracción, destinadas a mantener las brasas vivas pero sin poner la mano en el fuego, mientras que Florentino Ariza se incineraba en cada línea.
- Contéstale que sí - le dijo -. Aunque te estés muriendo de miedo, aunque después te arrepientas, porque de todos modos te vas a arrepentir toda la vida si le contestas que no.
- Está bien, me caso con usted si me promete que no me hará comer berenjenas.

No hay comentarios: