domingo, 27 de enero de 2019

No volveré a ser joven. Jaime Gil de Biedma

No volveré a ser joven.
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan solo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y pensar que esto me está pasando a mí...
Hasta hace nada creía que eran los demás los que envejecían; que era una cosa que les pasaba a otros... Ahora que soy yo quien cada vez tiene más canas y más arrugas, veo que a mí también me toca, que no voy a ser ninguna excepción... Además también estoy viendo cómo mi madre se está haciendo mayor y pienso con cierto miedo en que llegará el momento en el que ya no pueda valerse por sí misma... Cuanto más miro estos asuntos, más me asusto, así que procuro no prestarles demasiada atención porque me deprimen un poco. El problema es que su evidencia está aumentando y aumentando y, claro está, cada vez es más difícil ignorarlos...
En fin, Gil de Biedma parece que puso las palabras exactas a lo que últimamente me turba...