Andaba dando vueltas a una idea, algo sobre lo que escribir, en estos días en los que la memoria pesa más de lo debido.
La vida sigue, pensó con tristeza, la vida sigue murmuro entre dientes. Una frase tan triste que con solo tres palabras te hacia agarrarte el corazón con las dos manos. Lo cierto era, que sentía que la vida no continuaba, no del mismo modo, algo por dentro de ti se quedaba en el camino, con cada golpe una parte de ti se perdía, hasta que un día no quedaba nada, aún quedaba vida si, la vida efectivamente seguía… pero a ti te había abandonado.
Recordaba claramente su último golpe, la gota que colmó el vaso, fue un golpe indirecto, casi invisible, aquel día, aquel último día, la acaricio el tobillo para ponerle la tira del zapato, fue la última vez que la vio, en aquel momento no lo supo, pero la vida se le fue, en ese mismo instante, tras aquella caricia.
DAM.
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