Cuando uno tiene que estar irremediablemente fijo, es
impresionante la movilidad mental que es posible adquirir. Se puede
ampliar el presente tanto como se quiera, o lanzarse vertiginosamente
hacia el futuro, o dar marcha atrás que es lo más peligroso, porque ahí
están los recuerdos, los buenos, los regulares y los execrables. Ahí
está el amor, osea estás vos, y las grandes lealtades y también las
grandes traiciones. Ahí está lo que uno pudo hacer y no hizo, y también
lo que pudo no hacer y sí hizo. La encrucijada en la que el camino
elegido fue el erróneo . Y ahí empieza la película, es decir, cómo
habría sido la historia si se hubiera tomado el otro rumbo, aquel que
entonces se descartó.
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